sábado, 12 de septiembre de 2009

ovnis y defensa.....cap.9

CAPÍTULO 9
Organización de la investigación extranjera
9.1 Organización de la investigación en los Estados Unidos
El tema OVNI es actualmente muy popular en los Estados Unidos. Se debe tomar en cuenta el número y el éxito de películas de ficción,
como Día de Independencia, Hombres de Negro o Contacto, que han sido consagradas. Una encuesta, realizada en junio de 1997 por la
revista TIME, demostró que aproximadamente un americano de cada cuatro piensa que un artefacto extraterrestre se estrelló en
Roswell (Nuevo México) al principios de julio de 1947. Un profesor de psiquiatría de Harvard, el doctor Mack, logró dar seriedad en
gran medida al problema de los secuestros temporales, reales o supuestos, de sus compatriotas por OVNIS. Frente a esta expectativa
pública, ¿qué hacen las autoridades?
Ellas niegan que el fenómeno OVNI represente "una amenaza para la seguridad nacional", o que muestre indicios de un origen
extraterrestre. Esta posición ha sido constantemente citada por la Fuerza Aérea, a cargo del estudio OVNI de 1948 a 1969, en el marco
de un proyecto conocido mundialmente como Blue Book. También ha sido confirmada en el resumen y las conclusiones del informe de
una comisión universitaria a cargo de evaluar el Blue Book: la comisión Condon. El físico Condon ha escrito en sus conclusiones que el
estudio de los OVNIS aporta pocos elementos para el avance a la ciencia. Por tanto, todo estudio oficial ha cesado en Estados Unidos
después de diciembre de 1969, y la Fuerza Aérea dirige la atención hacia las asociaciones ufológicas privadas.
A pesar de ser avalado por la Academia de las Ciencias, el informe Condon ha sido criticado severamente por muchos científicos,
particularmente en el seno del influyente AIAA (Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica); éste hizo justamente notar que el
resumen y las conclusiones del informe, escritas por el mismo profesor Condon, eran contrarias a los numerosos análisis contenidos en
sus partes. La AIAA recomendó un trabajo moderado, pero continuo y científico, sobre los OVNIS.
Una enmienda al Acta de Libertad de Información (FOIA), votada en 1974, permite obtener a partir de 1976 documentos oficiales
desclasificados acerca de los OVNIS. Uno de entre ellos llama particularmente la atención. Es una carta del general de brigada aérea
Bolender, fechada en octubre de 1969, precisando que el fin inminente del proyecto Blue Book, no ponía fin a los informes militares
concernientes a los OVNIS, considerándolos como una amenaza para la seguridad nacional. Estos últimos no son parte del sistema Blue
Book y continuarán, como en el pasado, siendo tratados conforme a la directiva JANAP 146 y al Manual de la Fuerza Aérea 55-11.
La directiva JANAP 146 (Publicación conjunta de la Armada, la Marina y la Fuerza Aérea) se aplica a los militares así como a ciertos
civiles (comandantes de abordo de la aviación civil y capitanes de la marina mercante) de los Estados Unidos y de Canadá. Les
prescribe informar, con toda urgencia a ciertas autoridades, quienes deben a su vez dar cuenta con toda prioridad al Comando de
Operaciones del Aire (ahora NORAD) en Colorado Springs, cuando ellos observen objetos que necesiten una acción defensiva muy
urgente y/o una investigación de las fuerzas armadas de los Estados Unidos o Canadá.
Entre estos objetos, los OVNIS (Objetos Voladores No Identificados) figuran entre los misiles y los submarinos hostiles o no
identificados, etc. La divulgación del contenido de esos reportes cae en el ámbito de las leyes que prohiben el espionaje. JANAP 146
estaba en vigor estos últimos años y puede que todavía lo esté. Este reglamento puede explicar la reticencia frecuente de militares
americanos, y de pilotos en particular, a mencionar el tema de los OVNIS.
Las asociaciones ufológicas americanas cuentan con algunos millares de miembros. Ellas suelen llenar el vacío dejado por los poderes
públicos en el campo de los estudios OVNI. La FOIA produjo en ellas una renovada actividad, demostrando que, contrariamente a sus
afirmaciones, la Fuerza Aérea y los diferentes servicios especiales, la CIA en particular, se interesan mucho, y desde hace mucho
tiempo, en el tema OVNI. Esta (Acta) nos permitió tener conocimiento de ciertos casos espectaculares, tales como el sobrevuelo de bases
de misiles en 1975, o el incidente de Teherán de 1976 reportado en el capítulo 2. La DIA juzgó este caso "radar/óptico" como: "Un caso
clásico que reúne todas las condiciones requeridas para un estudio válido del fenómeno OVNI".
Estos últimos años, las tres principales asociaciones ufológicas se han reunido para conducir un trabajo común bajo (la tutela de) una
personalidad americana de primer plano, Marie Galbraith. Ella es esposa de Evan Griffith Galbraith, quien fue embajador de los
Estados Unidos en Francia de 1981 a 1985. Ella conoce bien nuestro país y nuestro idioma por haber residido en la avenida Gabriel.
Sostenida moral y financieramente por Laurance Rockefeller, hermano del famoso David Rockefeller, ella recorrió el mundo para
conocer a los principales científicos que se interesaban en los OVNIS y recolectar los mejores casos.
Ella después dirigió la redacción de una obra veraz y documentada titulada"Unidentified Flying Objects, Briefing Document, the best
available evidence" ("Objetos Voladores No Identificados: Breviarios, la mejor evidencia disponible") realizada en diciembre de 1995
por los presidentes de 3 asociaciones: CUFOS, FUFOR y MUFON. Ella hizo llegar esta obra a más de 1,000 personalidades del mundo
entero, y a un considerable número de parlamentarios americanos. Su objetivo es obtener del gobierno americano, así como
eventualmente de otros gobiernos, el levantamiento del secreto que pesa sobre los OVNIS. Para los redactores de la obra, este secreto es
esencialmente de origen militar: la nación que primero sepa reproducir las características excepcionales de los OVNIS, dominará al
mundo. El secreto estaba justificado en el tiempo de la guerra fría, la cual ya no existe, y ahora están dadas las aperturas científicas y
técnicas útiles a la humanidad, que se pueden esperar del estudio de los OVNIS.
El libro de Marie Galbraith es, por tanto, de tipo descriptivo. No cuestiona la interpretación de los fenómenos observados (repetición
física, o hipótesis sobre el origen de los objetos). Tal ha sido el espíritu del coloquio científico internacional organizado en septiembre de
1997 por Laurance Rockefeller en Pocantico, cerca de West Point, en una propiedad de la Rockefeller Bros Fund. Encabezado por el
astrofísico Peter Sturrock, este coloquio ha sido dedicado a las pruebas físicas ("la evidencia física") concernientes a los OVNIS.
Los especialistas del radar, de los efectos biológicos de las microondas, de la fotografía, etc., a menudo están al corriente del problema
OVNI, y forman un consejo científico que juzga las informaciones presentadas por los investigadores de la ufología. La participación
francesa ha sido muy destacada: comprende al jefe del SEPRA y a dos miembros del consejo científico. Un documento de síntesis
expresa el deseo de que sean numerosos los países provistos con una organización de investigación OVNI comparable a la de Francia.
La tesis del coronel Corso:
En julio de 1997, debido al 50 aniversario del incidente de Roswell, apareció un libro sorprendente, titulado: "The Day after Roswell"
("El día después de Roswell"). Fue escrito por el coronel Corso que fue, de 1953 a 1957, miembro militar del Nacional Security Council
Staff (Staff del Consejo Nacional de Seguridad), donde tuvo contacto permanente con el presidente Eisenhower. Este libro es prefaciado
por Strom Thurmond, actual presidente de la Comisión de las Fuerzas Armadas del Senado quien, siendo miembro de esta Comisión,
designó a Corso como enlace parlamentario cuando éste se retiró de la armada en 1963. El autor declara que el objeto encontrado en
Roswell era una nave extraterrestre. Él mismo había visto, en julio de 1947, el cadáver de uno de los ocupantes conservado en un ataúd
de vidrio. De 1961 a 1962, como responsable de tecnologías extranjeras del Departamento de Investigación y Desarrollo de la Armada,
había sido encargado para que la industria americana sacara provecho en forma discreta de objetos de tecnología muy avanzada
encontrados en los restos (de la nave) (según él: circuitos impresos, láser e intensificadores de luz, etc.).
El coronel Corso afirma que los militares de alto rango y algunos parlamentarios americanos están en conocimiento de la existencia en
nuestros cielos de artefactos extraterrestres. Éstos están ocultos al público para evitar el pánico, pero revelaciones completas podrán ser
hechas, pues los Estados Unidos, que se han esforzado desde hace 50 años, tienen ahora los medios para oponerse a un eventual ataque
de OVNIS. Algunas de estas aseveraciones son por lo menos sorprendentes, pero el conjunto del contenido del libro no puede ser
fácilmente descartado, cuando se considera la carrera notable de su autor y el elogio que de él hizo el senador Thurmond. Ciertamente
este ultimo pidió y obtuvo que su prefacio no figure más en las reimpresiones del libro: el autor no le había dicho que la obra se trataría
de OVNIS... Pero difícilmente podemos creer que el prefacista, cuarto personaje del Gobierno americano y el editor Simon & Schuster
no intervinieran con pleno conocimiento de causa en la primera impresión. Desde la salida de la obra, la Fuerza Aérea americana
publico un segundo reporte sobre Roswell, negando de nuevo toda verosimilitud a la hipótesis del estrellamiento de un artefacto
extraterrestre.
Un primer reporte publicado en 1994 se presentaría como el primer estudio oficial relativo a los OVNIS desde el fin del Blue Book en
1969 (ver en anexo "Roswell y la desinformación").
Esta reacción no es incompatible con las tesis del coronel Corso, y (este informe) puede ser destinado a tranquilizar a quienes las
revelaciones de Corso podrían angustiar.
9.2 Organización de la investigación en el Reino Unido
La Gran Bretaña ha sido escenario de muchos casos notables. Se presentó en el capítulo 2 el caso "radar/óptico" de Lakenheath (1956).
La RAF (Real Fuerza Aérea) y su ministerio de tutela se interesaron muy rápido por los OVNIS sin que se tengan muchos indicios
sobre sus trabajos.
El Ministerio Británico de la Defensa (MOD) posee desde su creación en 1964 una célula de estudios de OVNIS, cuyas siglas Sec(AS)2a
significan: Secretariado del Departamento 2º. de la División (Air Staff). Su actividad ha sido descrita recientemente por Nick Pope,
quien fue el titular en 1991 a 1994, en un dinámico libro: "Open skies, closed minds" (Cielos abiertos, mentes cerradas).
Este departamento recibe llamadas telefónicas o cartas de testigos, pero más generalmente reportes hechos a partir de disposiciones de
estos testigos en la estación de policía, aeropuertos o bases de la RAF. Éste efectúa, si las considera útiles, las investigaciones típicas.
Éste interroga entonces a estaciones de radar y meteorológicas, a la base RAF de vigilancia de objetos espaciales de Flyingdales, a otras
bases RAF, al Observatorio de Greenwich, etc. Su única misión es determinar si los reportes presentados revisten un interés para la
Defensa ("área de significación defensiva").
Nick Pope, quien actualmente continúa su carera burocrática en el MOD, innovó los reportes de sus predecesores. Dio entrevistas a la
prensa y participó en transmisiones de televisión. Cooperó con asociaciones ufológicas, a las que comunico las direcciones de los testigos
que le escribían.
En las cartas de respuesta él admitía que una proporción pequeña de avistamientos OVNI desafiaba toda explicación, y que el MOD
mantenía un espíritu abierto a todo punto de vista. Sus predecesores escribieron: "Si disponemos de suficientes datos, todos los casos
podrían sin duda ser explicados". En su libro, Nick Pope cita varias hipótesis para explicar algunos casos no identificados que han sido
objeto de reportes creíbles y detallados. Privilegia fuertemente la hipótesis extraterrestre, y formula el deseo de que su ministerio tome
en serio la amenaza potencial que representan, a sus ojos, los OVNIS.
¿Habrá un servicio más disfrazado que el suyo (o es el único) dentro del ministerio de Defensa, que efectúe estudios secretos sobre el
fenómeno OVNI? Sus declaraciones sobre el tema son contradictorias (pp.129 y 181). Ralph Noyes, quien fue uno de los predecesores de
Nick Pope de 1969 a 1972 y quien terminó su carrera en el MOD en 1997 como Subsecretario de Estado de la Defensa, considera
probable la existencia de esta oficina. Lord Hill-Norton, almirante de la flota, quien fue jefe de Estado Mayor Conjunto de 1971 a 1973,
comparte esta opinión. Estas informaciones se encuentran en un libro prefaciado por el mismo Lord Hill-Norton (Above Top Secret de
Timothy Good). El almirante Hill-Norton formó parte de la treintena de lores en activo de la comisión intergrupal de la Cámara de los
Lores que estudió los OVNIS en los años 80. Si este servicio discreto de estudios existe, podemos pensar que trabaja en unión con los
Estados Unidos (Above Top Secret, pp.48-49).
9.3 La organización de la investigación en Rusia
La Academia de las Ciencias de la URSS efectuó estudios sobre OVNIS al menos desde 1979. En esa época, Vladimir Migouline,
delegado de esta Academia, expresó a "La Recherche" su opinión sobre los avistamientos de fenómenos luminosos y de objetos
inusuales reportados en la Unión Soviética: "Estos avistamientos corresponden en su inmensa mayoría a fenómenos reales más o menos
similares a los que han sido observados en otros países. Pero no hay pruebas indiscutibles de que algunas de estas observaciones se traten de
manifestaciones tecnológicas de una civilización más desarrollada. También hay que intentar relacionarlos a fenómenos atmosféricos",
dijo.
Este fue el objetivo que apuntó su adjunto Platov en un trabajo publicado en 1992, "Los OVNIS y la ciencia moderna". En esa época,
Migouline y Platov, responsables del grupo de observación de fenómenos anormales, dependiente de la Academia de las Ciencias,
propusieron al SEPRA una cooperación científica y técnica, pero la dirección del CNES no le dió seguimiento. Notemos que, en la
sección siberiana de la Academia de las Ciencias, los trabajos, poco conocidos en Occidente, no descartan la hipótesis extraterrestre, e
incluso la privilegian.
Desde el momento de la Glasnost, han sido difundidas informaciones sobre estudios dirigidos tanto por la KGB como por los militares.
En 1991, la KGB desclasificó 124 páginas de documentos de Casos de avistamiento de eventos anormales en el territorio de la URSS, 1982-
1990, cubriendo un total de 17 regiones. Uno entre ellos, que detallamos en el capítulo 3, trata de las extraordinarias evoluciones de tres
discos brillantes sobre una base de misiles del ejército cerca de Astrakhan en 1989. Los objetos, vistos por siete militares, pasaron
bruscamente de la inmovilidad a una gran velocidad y viceversa, todo silenciosamente. Cercado por un avión caza soviético, un objeto
despegó tan rápidamente que pareció dejar al caza sobre el lugar.
En 1994, el coronel Boris Sokolov vendió a la cadena ABC News una serie de investigaciones efectuadas por los militares de 1978 a
1988. Antes, en 1990, el periódico Rabochaya Tribuna había publicado un artículo del general de aviación Maltsev, comandante de la
Defensa Aérea del territorio, acerca de un caso radar-óptico muy documentado con múltiples testigos (Pereslav-Zalesski, noche del 21
de marzo de 1990), donde el objeto discoidal, silencioso, pasaba de la inmovilidad al doble o triple de la velocidad de un moderno avión
caza de reacción. Hemos descrito ese caso en el capítulo 2.

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