martes, 15 de junio de 2010

La Mistica De La Matematica


Cuando hablamos de mística, parece que la piel se encoje el cuerpo se enfría y las ideas se rompen. Si eso no se siente, no se es consciente de lo que la mística es o jamás se la ha experimentado. Un célebre psicólogo Norteamericano llamado Abraham Maslow, afirmo de manera contundente, que aquellas experiencias "cumbre", como las denominaba, tenían tal impacto en la vida de los seres humanos que después de ellas la psique (la unión consciente e inconsciente) no podría volver a ser igual. En otras palabras después de una experiencia como esa, la delgada línea entre la cordura y la locura, parecería invisible… y realmente lo es…


Suspenso, pavor y fascinación describen el sentimiento de la mística. No se confundan, no es algo de beatos, monjas y curas. Conozco religiosos que han dedicado una vida entera a su iglesia, pero que jamás han experimentado ese estado y también conozco ateos acérrimos, que tras sus letras de ironía y destrucción clerical, ocultan un sentimiento, que si bien es atractivo, también es peligroso.


Déjenme llevarlos al oscuro rincón de la matemática, donde la lógica se desvanece y la seguridad de que uno más uno es dos, desaparece… debo ser sincero, no todos los que han ido han vuelto, hasta el punto de que muchas de las más brillantes mentes encontraron allí la locura e inclusive la muerte. Aún estoy vivo y creo que un poco cuerdo, quizás no he ido lo suficiente, pero si les soy sincero me, gusta ir allá.


La razón pura debería ser clara y predecible, y hasta cierto punto lo es. Pero una vez se profundiza y se hace cada vez más abstracta se vuelve confusa y oscura, no porque se aleje de la realidad, sino porque se acerca a sus raíces más hondas. Por esencia la matemática se define como la forma como percibimos la pluralidad. Después de estipular fórmulas de adición (+,x) y sustracción (-,/), la pluralidad tiende a extenderse ya sea hacia los vectores negativo o positivo y así, hace perceptible una idea que es la base fundamental (axioma), de la matemática… el infinito.


Imperceptible tal cual es, quizás no porque no exista, sino porque una mente que no es infinita y que para conocer algo tenga que de-finir (poner fines) y de-limitar (poner límites) haya encontrado a lo único que no pueda conocer, aquello que no tiene fin ni limites. Rebeldes, insubordinados y por lo mismo héroes y santos, que no se detuvieron con falsa piedad ante el abismo de la totalidad y la unidad infinita, que les impedía tan siquiera el acercarse, fueron aquellos que encontraron en su obstinación y fascinación la locura y la muerte. Georg Cantor, celebre matemático alemán y equivalente a Einstein para la matemática, paso sus últimos días en un manicomio al igual que el checo Kurt Godel. Boltzmann y Alan Turing se suicidaron por problemas psíquicos tras percibir incoherencias matemáticas con las teorías que sostenían, el hasta ahora, mundo de los números. Sin duda alguna el decidir pelear y no vivir con el problema puede tener un desenlace trágico, pero la vida no es vida si no hay algo de pelea.


De verdad, créanme, no es un juego ni una amenaza retorica para que este escrito parezca una epopeya. Es algo serio. Las religiones establecen dogmas y doctrinas para que nadie se las tenga que ver con este problema de ver la cara de Dios, al igual que los ateos estructuran teorías para que nadie se vea en la tragedia de ver la profundidad del vacío.

Fuente - http://www.articuloz.com/misticismo-articulos/la-mistica-de-la-matematica-2398853.html

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